Si algo era Matías, era conocido. Conocido desde Villaobispo a Barrio de Nuestra Señora, y del Puente Villarente a Boñar.
Casi no había día que no circulares por alguna de las carreteras que llevan a Santa María del Condado y no te lo encontrases en algún punto haciendo autostop.
Si hay una palabra que defina mejor a Matías, para mí sin duda es «peculiar»
Quiso vivir a su manera, a su estilo, sin normas, y vivió.
Desde aquí quiero enviar un fuerte abrazo a toda su familia, Ovidio, Irene, Carmina y a sus cuñados y sobrinos.